UNA PEQUEÑA APORTACIÓN DESDE MI HUMILDE EXPERIENCIA, SOBRE COMO SE PUEDEN INTENTAR SOLUCIONAR LOS PEQUEÑOS PROBLEMAS DIARIOS QUE SE PRODUCEN EN LAS ESCUELAS.
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lunes, 31 de octubre de 2016

¿Paralizan la LOMCE? ¿Ahora? ¿Eso es suficiente? ¿Las revalidas son el único problema?

Después de los últimos acontecimientos políticos del país estoy un poco anonadado. Parece que se está vendiendo como bandera de negociación la paralización de la LOMCE, y solo se nombra a las llamadas reválidas, sobre todo se incide en la de bachiller.
No sé si se confía, por parte de los entes políticos, en la falta de reflexión de los ciudadanos, o lo que es peor, es que no sé si esa confianza es acertada.
Varias consideraciones, la primera que paralizar es dejar de poner en marcha, y la LOMCE ha entrado en vigor completamente. Hasta el curso pasado esta medida hubiese tenido sentido, ahora mismo, no. Está en vigor al 100%, se debería hablar de derogación. La paralización, actualmente, no deja de ser un canto para sordos, y se está vendiendo como un éxito de los grupos que buscan reformas, el tema se comenta por sí mismo.
Por otro lado podemos hablar de la reválida de bachillerato. Es la prueba que podría igualar las oportunidades de los alumnos/as de todas las redes educativas del país, pública, privada y concertada, siempre y cuando mantenga su carácter externo. Debería ser una reivindicación y asisto estupefacto a lo contrario. Sé que esto que comento ahora mismo no es muy popular, bueno populista, pero vamos a analizarlo.
Se dice que el alumno/a ha estado sometido a un montón de pruebas para que se lo juegue al final a una carta. Es cierto, además nadie puede decir que yo no sea un defensor a ultranza de la evaluación continua y sumativa, No creo en los exámenes, salvo como elemento unificador, y desde luego, puede haber pruebas que no sean el examen memorístico al que estamos acostumbrados y que a veces no nos deja pensar en otras posibilidades, mucho mejores, aún en una reválida. Sí, es posible proponer una prueba basada en la investigación incluso con carácter colaborativo.
Alguien que ha llevado su proceso educativo de forma satisfactoria no tendrá nunca problemas en superar esta prueba, que puede no tener carácter terminal y definitivo, pero sí puede tratarse de un elemento más para la calificación del mismo.
La selectividad cumplía este papel. El 99% de los alumnos/as que cursan bachillerato lo hacen como paso necesario de acceso a la universidad, pocos ven en esta etapa una meta educativa. Pues bien, la casi totalidad de los mismos superaban esta prueba sin problemas aunque no fuese en su primera convocatoria. La selectividad tenía como prueba externa un carácter unificador, salvaba las posibilidades de quienes no se pueden "pagar" buenas notas. Es positiva en sí misma solamente por esto. No dependemos de la "magnanimidad calificadora" del centro que pago o dejo de pagar. La reválida de bachillerato debía cumplir este mismo fin, si desaparece ¿nos quedamos con la nota del centro educativo para acceder a la universidad?
Además, como he comentado antes, hay un sinfín de posibilidades para plantear esta prueba. Estoy de acuerdo que un examen tipo selectividad es un disparate, pero plantear un proyecto, que puede ser colaborativo, no lo es, es tan solo más caro, pero más justo, puesto que evalúa la capacidad competencial de los alumnos/as y no el nivel de contenidos adquiridos, además ¿se trataba de esto no?

Es que una cosa es plantear deseos desde una ley y otra es ser coherentes. Por eso no podemos quedarnos con el caramelo de paralizamos la LOMCE, por mucho que yo vea una hoja en el suelo, no tiene por qué haber llegado el otoño.


IMAGEN ALBA LAMUELA



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