UNA PEQUEÑA APORTACIÓN DESDE MI HUMILDE EXPERIENCIA, SOBRE COMO SE PUEDEN INTENTAR SOLUCIONAR LOS PEQUEÑOS PROBLEMAS DIARIOS QUE SE PRODUCEN EN LAS ESCUELAS.
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jueves, 31 de diciembre de 2015

LA IMPORTANCIA DE LAS FAMILIAS EN LA LABOR ESCOLAR

El otro día, en un comentario en la entrada anterior, Carmen incidía sobre  la importancia de la familia en la labor que se realiza en la escuela. No puedo más que darle toda la razón. La importancia que se le otorga, dentro del núcleo familiar al trabajo desarrollado en el colegio, va a marcar la eficacia del mismo, y se va a ver reflejado en los resultados. En nuestro colegio,  la capa social a la que atendemos, nos otorga una estructura   muy polarizada, atendemos a algunas familias para las que la labor escolar no tiene ninguna importancia. Paralelamente, tengo que ser justo, el resto de los núcleos familiares están muy implicados, esto se ve reflejado en nuestra AMPA, con un porcentaje de familias asociadas un poco bajo, comparándonos con otros centros de la zona, pero súper implicada en todas las actividades. Desde aquí aprovecho para darles las gracias por toda su dedicación, tenemos mucha suerte de que estén a nuestro lado.
Si nos fijamos en las familias con poca implicación, podemos sacar una serie de conclusiones.
La primera que aquí se acentúa el absentismo escolar, hemos conseguido, creo que gracias al trabajo del aula de convivencia, y del esfuerzo en individualizar la enseñanza desde la organización del colegio, reducirla bastante, pero debemos seguir trabajando en ello. Otra es que los resultados escolares se ven mermados dentro de este grupo, es muy difícil convencer a los niños/as de la importancia de su trabajo, si el mismo no es valorado en su casa.  Y además, se ve al colegio como una forma más de asistencia social, donde los niños/as pueden comer de forma gratuita, no pasa nada con llegar tarde al colegio mientras se haga antes de la hora de comedor, situación que debimos cortar, para que no se produjese más. Cuando estas familias viene  a una reunión con la dirección del centro debemos convencerlas de la importancia de caminar de la mano en la educación de sus hijos/as, y a veces debemos poner mucho empeño en esta tarea. No ayuda para nada la poca valoración que tiene la escuela dentro de la sociedad actual en nuestro país, pero ese es otro tema, bueno, o no tanto.
Volviendo a una visión general, es evidente que las familias que más importancia dan a la labor escolar, suelen tener mejores resultados, no más elevados, la capacidad de los alumnos/as es la que es, pero sin duda siempre se saca más rentabilidad al esfuerzo de los niños/as. Cuando una familia le da a la labor escolar la importancia que tiene, está creando personas más responsables, y creo que mejores ciudadanos/as. Pero no tenemos que confundir términos, importancia no es exclusividad. La escuela no es la estrella en torno a la que gira la vida de los niños/as, muchas veces los maestros/as confundimos también los términos, no podemos pensar que al salir del colegio los padres y las madres deben ser una extensión del maestro/a, todo tiene su justa medida. Recuerdo un profesor del IES donde acudía mi hija, que pretendía dejase de ir al campeonato de España de Baloncesto por un examen de Historia, lamentable.
Solamente con que desde la familia se dé la importancia que tiene a la labor escolar, y a la figura del docente, sería suficiente para mejorar el rendimiento.  Por otro lado desde la escuela, tampoco debemos agobiar con multitud de tareas donde los padres hagan de maestros. Una cosa que debemos trabajar más en la escuela  y en la familia, es la responsabilidad, a veces nos obsesionamos con que los niños/as trabajen mucho, pero asumimos en nuestra espada la responsabilidad del trabajo. Es siempre mejor que los alumnos/as trabajen menos y se responsabilicen más, en el futuro sacarán mucho más rendimiento a su esfuerzo. Esa es nuestra responsabilidad,y en eso debemos trabajar, tanto  maestros, como  padres.
Como resumen, la familia no tiene que pisar sobre la huella que marca la escuela para reforzarla, pero tampoco tiene que borrarla, cumpliendo esto que parece tan fácil, pero no debe serlo, puesto que no lo conseguimos con facilidad, sería más que suficiente para conseguir una gran mejora en los resultados de nuestro sistema escolar.
FOTO: http://enfocandoaalba.blogspot.com.es/

lunes, 28 de diciembre de 2015

MI DEFINICIÓN DE INNOVACIÓN EDUCATIVA

Muchas veces un maestro/a tiene una idea interesante y la lleva a cabo, los resultados son satisfactorios, y debido al éxito de la propuesta, la vuelve a utilizar al curso siguiente. Sin duda estamos ante un caso de innovación educativa, y es mucho más frecuente de lo que pueda parecer en un principio. Hasta aquí perfecto, el problema surge cuando cegado por el éxito inicial, el docente lo replantea año tras año, sin buscar un feed-back que mejore la práctica educativa en cuestión.
A lo largo de mi carrera, me he encontrado con maestros, que siguen planteando la misma propuesta "innovadora" a veces desde los años ochenta, y no podemos olvidar que la sociedad en la que estamos actuando ha experimentado grandes cambios desde aquella época.
Antiguamente las novedades sociales y tecnológicas eran muy lentas, y la necesidad de evolución estaba mucho más limitada;  pero actualmente esto ha dado un giro copernicano. La sociedad en la que vivía mi abuelo cuando estaba en edad escolar, no era muy diferente de la que vivía el suyo;  pero la que viví yo no tiene nada que ver con la actual y,  aunque ya peino canas, me queda bastante para poder jubilarme; o sea que ha pasado relativamente poco tiempo.
Yo he pasado de hablar por teléfono en una centralita cuando era pequeño, a disponer de un teléfono portátil provisto de una tecnología que no tenía el Apolo XIII cuando llegó a la luna. El ordenador que utilizó esta nave espacial para conseguir su propósito, está a años luz de los de ahora. Sin duda alguna,  no podríamos considerarlo como una innovación tecnológica ahora mismo si tuviésemos que utilizarlo en la actualidad. Sin embargo, sí que consideramos como innovadoras, prácticas educativas que se llevan utilizando desde hace treinta años. No quiero decir que no sean buenas ni adecuadas, quiero decir que todas tienen que ser evaluadas y deben sufrir los cambios necesarios para adecuarse a la sociedad en la que viven los niños/as que estamos educando.
Un docente no puede en ningún momento dormirse en los laureles pensando que domina el proceso educativo y que ha alcanzado la perfección con las técnicas que utiliza. Si el equipo de Brasil de Pelé, que consiguió tanto triunfos en los años cincuenta y sesenta, volviese a jugar, estoy seguro que lo pasaría muy mal para poder conseguir una victoria en un campeonato actual. Muchos maestros/as siguen jugando como lo hacían hace tiempo. Pero ya no es un problema que no se planteen una autoevaluación sobre su práctica educativa, es que nadie se la exige. Y, es más, como realizan prácticas que son diferentes al seguimiento sin más del libro de texto, son incluso aplaudidos por compañeros/as que todavía son más inmovilistas.
Así que INNOVACIÓN EDUCATIVA, no es tan solo utilizar técnicas que nos ayuden en el proceso y que no sean las habituales, es también aplicar a las mismas un proceso meta cognitivo que nos ayude a una evolución constante de las mismas;  consiguiendo el máximo rendimiento para el esfuerzo aplicado. Debe ser un camino en el que el destino siempre se va alejando.
La administración debería ponerse manos a la obra para potenciar esta innovación, premiando las buenas prácticas;  pero no de una forma puntual, que aunque parezca paradójico afianza un nuevo inmovilismo. Debe potenciar las innovaciones activas. Y a mí no se me ocurre una forma mejor, que no sea desde una evaluación de los docentes y del proceso, y no vale con algo anecdótico que sirva para salir del paso. Debe ser una evaluación constante profunda, eficaz y con consecuencias.

jueves, 24 de diciembre de 2015

FELIZ NAVIDAD. APOYOS DE COMPENSACIÓN EDUCATIVA 3

Feliz Navidad, aprovechemos el momento para aprender. Hoy seré muy breve, y voy a escribir una corta reflexión ¿No es mejor aprovechar la ilusión de los niños/as, a hacerles leer sobre un libro de texto, por muy adaptado que esté a su nivel curricular?

Con esta pequeña actividad, ya sé que es muy recurrente, pero imitar lo que funciona es de sabios, trabajamos... La competencia lingüística, es obvio. La matemática, calculamos el tiempo que cada uno hablaba y su proporción. La digital, buscamos y seleccionamos el cuento en la red. La de aprender a aprender, ellos/a se organizaron el trabajo, y buscaron estrategias para conseguir una lectura mejor.La social y cívica, deciden leer el cuento a otros niños/as de E. Infantil, y sabían que les iban a dar una gran alegría. La de conciencia y expresión cultural, intentaron realizar una puesta en escena lo más atractiva posible. Y la del sentido de iniciativa y espíriru emprendedor, desde el momento en que con el primer planteamiento, que es realizar una nueva actividad, ellos son los que plantean diferentes actividades y deciden emprender este proyecto.

Muchas veces nos quedamos constreñidos y no lanzamos nuestra imaginación didáctica, puede que incluso nos sintamos incapaces, pero es más fácil de lo que parece.

Os dejo el cuento que nos narran, Kevin Moreno, Kevin Dual y Gisela Hernández, tres niños de etnia gitana de quinto de primaria.


martes, 22 de diciembre de 2015

LA NUEVA ORDEN DE EVALUACIÓN

Acabo de leer la nueva orden que va a regir la evaluación en los centros educativos de la Comunidad de Aragón. En principio me ha gustado, va en la línea que seguimos en el colegio. Da importancia a la evaluación competencial, ya he explicado en entradas anteriores mi apuesta por ella. Simplifica los elementos a evaluar, priorizando la evaluación sobre la calificación, simplificando la labor administrativa, calificatoriamente hablando, por parte de los docentes.
Utiliza los instrumentos de evaluación como medio para conseguir una aumento metacognitivo del proceso, lo cual siempre es positivo,  me gusta. Ese es el camino que debemos tomar. Incide pues, en la evaluación del proceso, dándole tanta importancia como a la evaluación de los alumnos/as, y reseñando su importancia como linea que marque la formación de los centros. A veces los maestros olvidamos con mucha facilidad este punto, y es sumamente importante.
Yo quizá hubiese primado la calificación competencial, sobre la de área, pero creo que conociendo la realidad que nos rodea, hubiese sido ir muy deprisa, así que es mejor no querer correr demasiado, convencer antes que imponer, y no caer en uno de los errores de la orden anterior.
 Una vez dicho esto, me parece fenomenal que se quiera formar a la gente en la evaluación, y que esta sea sencilla, sin que nos veamos obligados a utilizar medios de apoyo informáticos, pero no podemos olvidar que se nos obliga a calificar, y a calificar competencialmente, y que esa calificación debe ir reflejada en los boletines de la evaluación final como indica la orden.
¿Alguien se imagina como serán las reuniones de evaluación final sin una ayuda? Deberemos analizar cada una de las competencias, alumno por alumno, llegar a un acuerdo y dejarlo reflejado, esto va a eternizar la evaluación, y desde la extensión la misma, vendrá la inoperatividad. Es aquí cuando sí que se necesita algo que nos ayude y nos haga más eficaces, pero no una herramienta utilizada desde la imposición de la norma, sino algo que nos ayude a realizar mejor nuestra labor burocrática.
Desde luego que en el proceso el momento de la calificación es el menos importante, pero si la orden nos sigue obligando a calificar deberemos hacerlo de la forma más cómoda y eficaz posible.


lunes, 21 de diciembre de 2015

¿ DE VERDAD APUESTA LA ADMINISTRACIÓN POR EL SOFTWARE LIBRE?

Hemos tenido la suerte de que la empresa de ascensores Schindler, a través del padre de una alumna, nos donase una veintena de ordenadores para reponer las antiguallas con las que nos manejábamos en la sala de informática del colegio. La verdad es que nuestros "abueletes" estaban operativos, los hemos mimado mucho, a pesar del uso constante a los que los sometíamos, pero hemos salido ganando. Ha sido un alivio, hemos visto que la lentitud, no era una cualidad de la informática, sino que tan solo se trataba de que los equipos viejos no podían soportar algunos de los programas que tenían instalados.
Eso sí, hemos tenido una pega, no tenían nada instalado, ni siquiera sistema operativo. No era cuestión de comprar licencias a Windows, y gastarnos un dinero que nos hace falta para otras cosas, sin saber además los recursos que nos iba a consumir. Los equipos son de segunda mano,  y aunque están casi nuevos, y desde luego mucho mejor que los que teníamos antes,  no es cuestión de invertir a ciegas. Así que nos lanzamos hacia la recomendación que hacen los expertos. Instalamos el S.O. Ubuntu, y nos hemos enamorado. Es cierto que debes cambiar algunos conceptos, sobre todo si estás demasiado familiarizado con algunos paquetes que funcionan solo en entorno Windows, pero una vez que superas eso, es una auténtica gozada. Al consumir muchos menos recursos, ganas en velocidad, incluso en la navegación. Como empiezas desde cero, solo instalas aquello que sabes que te va a hacer falta, dejando atrás toda la morralla acumulada, consiguiendo que el equipo se ralentice lo menos posible. Además te libras de muchos de los virus que circulan por la red, así que puedes asumir el riesgo de no congelar el ordenador, incluso de no tener que instalar un antivirus, además si se infectase, la verdad es que se instala el sistema relativamente rápido, con lo que no tenemos que dedicar demasiado tiempo a las reparaciones.
Pensaba que no tendría a mi disposición muchos de los programas que estaba utilizando, nada más lejos de la realidad, cuando vas a instalar software, la multitud de programas que te ofrece es inmensa, y la mayor parte son gratuitos, como el sistema operativo, una auténtica gozada.
Ya sé que con esta declaración no estoy descubriendo nada nuevo, es algo que todo aquel mínimamente introducido en el mundo de la informática, conoce. Por eso desde la administración educativa nos animan a que utilicemos el software libre.
Tanto me ha gustado, y tan práctico me parece que le he dedicado una semana a instalarlo también en los tablets-pc, con una gran acogida por parte de los alumnos/as que no temen ninguna dificultad en su manejo.
Iba a hacer lo mismo con los ordenadores que manejan los maestros/as, ya digo que espoleado por la misma administración, y cuál fue mi sorpresa, cuando a la hora de cargar el programa de gestión desde donde debemos realizar todas las labores administrativas, no me permite utilizar el entorno Linux, me hace morir al palo de Windows. No tiene sentido el hecho de querer promocionar algo, que además es bueno y gratuito, y no usarlo en las herramientas que obligas a utilizar al profesorado, es de locos, pero así funciona  la mayoría de las veces nuestra administración, propone cosas inconsecuentes, puesto que las ideas de un departamento, no se coordinan con las de otro. Aquí no se trata de una cuestión económica, es más si se lo tomasen en serio, podrían ahorrar mucho dinero. Yo sin ser informático, he cambiado casi todos los ordenadores del centro, sin costarnos un euro, he adaptado las herramientas de calificación para que puedan ser utilizadas con open office desde la versión todo terreno. Es cuestión de voluntad real, y de no quedarse en las meras intenciones, es querer algo y proponerse de verdad hacerlo. Es el gran defecto de nuestra administración, ¿seremos capaces de cambiarla?

jueves, 17 de diciembre de 2015

NO DESAPROVECHEMOS LA EXPERIENCIA. MAESTROS/AS JUBILADOS/AS

Se jubila Montse, una maestra que es toda una institución en el colegio. La verdad es que cuando uno lleva tantos años desarrollando una labor profesional en una escuela, parte de tu vida está reflejada en la misma.
Sé que vamos a echarla mucho de menos, y sé también, que aunque su vida va a ser más tranquila, ella también va a añorarnos un poquito. Nos ha pasado con todos los compañeros/as que dejan atrás su vida laboral, y es una pena que se desaproveche ese gran caudal de experiencia y sabiduría. No digo con esto, que se tenga que retrasar el final de la vida laboral, ni mucho menos, nada más lejos de mi pensamiento. Lo que digo es que deberían buscarse vías de colaboración de forma, que los maestros/as jubilados que lo quisiesen, pudiesen estar ligados al centro de diversas formas. Cuando se jubiló nuestro querido Miguel, polifacético maestro, encontró su vía de unión con el colegio. Es cierto que ya no ejerce de maestro, en el sentido ortodoxo del término, pero sí que lo hace en sus otras vertientes donde es super competente. No hemos perdido al mago, ni al malabarista, ni al hortelano. Colabora con nosotros en todas esas tareas, de forma más o menos regular, más bien más que menos, para nuestra suerte. Sigue ligado al centro en lo que se siente motivado, y ha sabido encontrar el punto de unión justo, lo que a veces puede resultar difícil.
La administración debería poder encauzar toda esta energía voluntaria tan llena de experiencia. Lo intenta a través del programa Auna en su vertiente de voluntariado, con las tertulias dialógicas,
por ejemplo, pero creo que se queda corta. Estos voluntarios/as merecen un tipo de reconocimiento más significativo que el que marca el programa, no me estoy refiriendo al económico, aunque sería algo que podría plantearse; sé que es difícil, pero todo lo legislativo se puede solucionar, es cuestión de voluntad política. Podría otorgárseles la capacidad de asistencia a claustros, con voz pero sin voto, sí se quiere, o con voto, al fin y al cabo participarían activamente en la vida del centro. Podrían tener descuentos para actividades organizadas por la administración o las empresas públicas y municipales, podrían tener muchas cosas, pero la más importante no cuesta dinero, podrían tener RECONOCIMIENTO.
No el reconocimiento de los integrantes de la comunidad educativa, ese ya lo tienen, y el cariño también. Les falta el reconocimiento de la sociedad a la que están ayudando, saber que se les valora y que se les tiene en cuenta. La de bibliotecas, coros, grupos de teatro, bandas, etc. que podrían funcionar en los colegios con la colaboración de estos maestros/as jubilados, y que desde arriba nadie se preocupa en planteárselo y ponérselo fácil administrativamente.
Por eso Montse, puede que me exceda en mi confianza, pero desde aquí te pido que no te vayas del todo, que como a Miguel, nos gustaría seguir teniéndote por aquí, para seguir aprovechándonos de ti, en otras facetas, y poder seguir aprendiendo contigo.

lunes, 14 de diciembre de 2015

PADRES Y COLEGIO CON BUENA COMUNICACIÓN, JUGAMOS EN EL MISMO EQUIPO

Muchas veces la relación entre los colectivos de padres/madres y docentes es, digámoslo de una manera suave, tensa. No tiene que haber muchos motivos para que no haya una buena comunicación, simplemente dejarse llevar por los paradigmas sociales, sin ningún tipo de reflexión sobre el tema. Se trata de un error mayúsculo, además de una falta de estrategia tremenda por las dos partes. No tenemos que competir por ver quien tiene mejor calidad de vida, ni condiciones laborales. Jugamos en el mismo equipo, que no es otro que en el de la buena formación de los alumnos/as.
Para ello, una información y comunicación, rápida y fluida es muy importante. No me refiero a los grupos de wassap que se manejan, y que normalmente acaban en un mal uso de la herramienta como fuente transmisora de chismes, que tienen poco fundamento. Eso sí,el resto de utilidades TIC y redes sociales, son fundamentales para que esta comunicación sea fluida, rápida y eficaz.
Y debe ser el centro educativo, quien tiene que dar el primer paso para mejorar esta comunicación, que al principio será unidireccional, pero que enseguida pasará a tener dos sentidos.
Si tenemos a los padres y las madres enterados/as de lo que ocurre en el colegio, y de nuestra forma de actuar, evitaremos esos rumores que con la falta de transparencia se convierten en falsas verdades para la opinión externa.
Por ello cualquier actividad relevante que sobrepase el quehacer diario, entendemos que debemos publicitarla a través de nuestros blogs y de las redes sociales, Facebook, Twitter y Google+ principalmente, ya lo hemos comentado en alguna entrada anterior.
 Pero estas herramientas no sirven tan solo como elementos de exposición, también aprovechamos su lado comunicativo. Respondemos a las dudas que nos plantean los padres, tanto desde estas plataformas, como desde el correo electrónico. Lo hacemos a la mayor brevedad posible dentro de nuestras posibilidades. No esperamos a que comience nuestra jornada laboral, y muchas veces respondemos a las cuestiones planteadas a las diez, las once o incluso las doce de la noche. Si un padre/madre tiene una preocupación, entendemos que es sobre su hijo/a, y no hay nada más importante para ellos. Bien es verdad que cuando las familias nos requieren a horas intempestivas, no se trata de cuestiones banales, sino que tienen una importancia elevada, por eso creemos que sería necio, mirar el reloj y pensar en nuestro horario de trabajo. Tratamos con personas, más en concreto con niños/as, y nuestra profesión no viene limitada por el reloj de la jornada laboral.
Creo, y además lo creo firmemente, que las familias, al recibir una respuesta rápida, se sienten escuchadas, y eso hace que mejore su imagen del centro escolar. Pasan a verlo como un lugar de apoyo, y no como un juez que dicta sentencia sobre su capacidad formadora. Padres y maestros, deberíamos ser como un equipo de fútbol americano, que tiene diferentes formaciones para atacar y para defender, pero todos tienen claro cuál es el objetivo común: GANAR. Además, conseguirlo es mucho más fácil de lo que parece, puesto que aunque se empeñen en hacernos creer lo contrario, somos compañeros y no rivales.