UNA PEQUEÑA APORTACIÓN DESDE MI HUMILDE EXPERIENCIA, SOBRE COMO SE PUEDEN INTENTAR SOLUCIONAR LOS PEQUEÑOS PROBLEMAS DIARIOS QUE SE PRODUCEN EN LAS ESCUELAS.
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miércoles, 6 de mayo de 2015

PEPE GOTERA Y OTILIO

Acabo de bajar de la página de educaragón la herramienta Excel de evaluación competencial para Educación Primaria. Por cierto, ya lo dijo el director general,  en la pasada reunión con equipos directivos,  que tuvo lugar el jueves 30 de abril, está basada en la que hemos elaborado en nuestro centro para compensar las notas competenciales de las diferentes áreas; más concretamente en la segunda parte de la misma,  la que llamamos compensatorio.
La verdad  es,  que en el mes de diciembre yo mismo presenté las herramientas elaboradas en el colegio al departamento, por si querían hacer uso de ellas, pero no para que la cogieran, la modificaran y además con un fin de tan poco rigor pedagógico. Creo que lo oportuno hubiese sido comunicármelo, o al menos cambiar el interfaz o citar a la fuente en el libro de excel que han colgado en la web;  en fin mil cosas, pero vamos a obviarlo, lo trataremos en otra entrada.
Nuestra herramienta obtiene la nota por competencias de los alumnos, promediando compensadamente las NOTAS COMPETENCIALES de cada una de las áreas, dando un peso diferente a cada una de ellas según el número de estándares que se trabajan y que inciden en cada una de dichas competencias. La versión de la administración lo que hace, es obtenerlas a través de las NOTAS DE ÁREA, lo que a mi entender es aberrante: un alumno puede sacar una muy buena nota en lengua española y sin embargo ser un incompetente en competencia digital, de esta forma no queda reflejado y se falsea la información. ¿Para qué sirve darle más información a las familias si la misma viene de una misma fuente? Es como si les diéramos botellas de  agua de siete marcas diferentes, pero todas fueran del mismo manantial, para esto es más fácil darles una garrafa de cinco litros de una misma marca como se venía haciendo hasta ahora.
Además si se elabora una norma y la misma administración que ha elaborado la misma, te da un método para falsearla, ¿qué sentido tiene dicha norma?, ¿no es más fácil posponer su entrada en vigor?, ¿la sensación de chapuza no le resta importancia?, ¿ si la nota que ponen los maestros es una, para que diversificarla en ocho?.
Pero es que,  la posibilidad que ofrece la administración de realizar este salto mortal en la tercera evaluación de este curso, la habilita para posteriores ocasiones. Solo tengo que guardar dicho excel y utilizarlo el curso próximo, con lo que el lado bueno que tenía la normativa, que era que forzaba a un cambio metodológico se viene abajo. Con esto los maestros/as pueden seguir en la ley del 70, siguen cómodamente anclados en la EGB,  compensar las notas de área que registran desde la media de los exámenes que propone la editorial, y a los alumnos que suspendan el área les empaquetan la lista de estándares imprescindibles. Hecha la ley, hecha la trampa, lo malo es que aquí la trampa me la facilita la misma administración que ha realizado la ley.
Todo esto se podría haber solucionado.  Había dos posibilidades:  la primera haber facilitado una herramienta con una fecha muy anterior, aunque luego hubiese trabajado en una definitiva pero una que calificase áreas y competencias. La otra posibilidad era posponer la puesta en marcha de la disposición transitoria sexta hasta el curso próximo, con la herramienta E.box ya en los centros. La peor de las soluciones es la que han tomado. Desde luego este libro excel que se ha puesto a disposición de los colegios, está basado en una parte del que facilitamos en este blog, pero reniego de cualquier lazo con dicho pastiche. Si se emprende la ascensión a una montaña hay que tomarla con decisión y si vemos que la climatología se vuelve adversa, o la dificultad supera nuestra competencia, es de sabios dar marcha atrás, y esperar mejor tiempo y/o  solucionar nuestras carencias.

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